En el mundo cristiano, no siempre que callas es porque admites algo, sino por prudencia o mansedumbre.
Esto es algo que los carnales no comprenden o malinterpretan, ellos piensan que lo haces porque admites algo o porque en verdad estás haciendo lo malo; pero no siempre es así, hay veces que el hijo de Dios, deja pasar cosas, porque está lleno del Espíritu y paciencia que da el mismo Espíritu.
Cuando los carnales o impíos comiencen a darse cuenta de esto, talvez hayan perdido la oportunidad de ser arrebatados por el Señor y ver cara a cara, lo que siempre profesaron, pero nunca vivieron (la gloria de Dios)